El mundial empieza accidentado y con sabor británico

Alonso no tiene un coche competitivo este año, eso no es nada nuevo. Sus problemas con el antiguo equipo (McLaren) le han llevado a Renault, donde ganó 2 títulos. Ahora la escudería es la quinta (por detrás de McLaren, Ferrari, BMW Sauber y Red Bull) y no ofrece ninguna garantía de éxito.

La carrera de Melbourne empezó como habían ido los entrenamientos: con accidentes. Nada menos que 15 coches abandonaron el circuito. Ninguno de los Ferrari puntuó, ya que Massa después de tres amagos, acabó abandonando la pista. Igual o peorle fue a su compañero, Iceman, al que tendrían que quitarle ese mote, porque de hombre frío no tuvo nada: hizo trompos, múltiples salida... para, al final, acabar saliendo de pista a falta de cinco vueltas. Alonso, después de empezar en el 11º puesto, acabó 4º, gracias, sobre todo, a los accidentes, que le hicieron avanzar mucho. Queda para el recuerdo el doble adelantamiento a Kimmi y Kovalainen. El piloto de McLaren se la devolvería adelántandole de nuevo en la última vuelta, pero Fernando no dio nada por perdido y acabó volviéndole, de nuevo, a adelantar.


El resultado final de la carrera fue:

1. Hamilton (McLaren Mercedes)
2. Heidfeld (BMW Sauber)
3. Rosberg (Williams Toyota)
4. Alonso (Renault)
5. Kovalainen (McLaren Mercedes)
6. Nakajima (Williams Toyota)
7. Bourdais (ATR Ferrari)